Las inversiones que ocupen a Chile como una plataforma para realizar inversiones en otros países de la zona no pagarán el impuesto a la renta que generen las utilidades de esas inversiones ni las remesas de esas utilidades al exterior, así se evita la triple tributación además de entregar a las inversiones extranjeras las ventajas que nuestro país ofrece para captar y canalizar estas inversiones en terceros países.