El Grupo Internacional de Trabajo (GIT) de los fondos soberanos se estableció para demostrar a los países receptores de las inversiones, que éstas se realizan bajo criterios estrictamente económicos y financieros. Es por esto que, durante el 2008, el GIT trabajó en la elaboración de un conjunto voluntario de Principios y Prácticas Generalmente Aceptados (PPGA) que se sustentan en los siguientes objetivos rectores:
Ayudar a mantener la estabilidad del sistema financiero mundial, la libre circulación de capitales y la inversión; cumplir con toda la reglamentación y los requisitos de divulgación en los países en los que invierten; invertir sobre la base de criterios económicos y financieros y bajo consideraciones de riesgo y retorno; y disponer de un gobierno corporativo transparente que provea de controles operacionales adecuados, gestión del riesgo y rendición de cuentas. El GIT logró un acuerdo sobre los PPGA en Santiago, Chile, el 22 de septiembre de 2008 -denominados los “Principios de Santiago”- y los presentó al Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), el órgano asesor del FMI en materia de políticas, en octubre de 2008 en Washington DC.