El Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, destacó hoy la solidez de la economía chilena subrayando que de acuerdo a las nuevas Cuentas Nacionales publicadas por el Banco Central, durante los primeros dos años de gobierno de Sebastián Piñera –lo que se replicaría en 2012-, el país recuperó su capacidad de crecer sobre el mundo, tras el período de menor expansión del PIB de 1998-2009.
“Tanto en 2010 como en 2011 nuestro desempeño superó con creces al de la economía mundial y este año, aún con un crecimiento de 4%, también lo superaríamos holgadamente”, sostuvo el jefe de las finanzas públicas durante su presentación en el foro empresarial “¿Cómo viene el 2012”, organizado por Icare. Añadió que el reimpulso del crecimiento doméstico se ha traducido en un mayor dinamismo de la inversión, las exportaciones y en la fuerte creación de empleo.
Mientras en el período 1998-2009 el crecimiento promedio de Chile fue de 3,6% frente a una expansión global de 3,9%, el primer y segundo año de gobierno la variación del PIB llegó a 6,1% y 6%, respectivamente –la meta de Gobierno alcanza un 6%-, frente a un desempeño mundial de 5,2% y 3,8%. Para el ejercicio en curso, los pronósticos de la economía global alcanzan un 3,3%.
El Ministro Larraín dijo en esa línea que el país está “bien encaminado” para alcanzar el desarrollo, hacia el año 2018, expresado en una meta de ingreso per cápita de US$ 22.000. Actualmente, el ingreso per cápita de Chile se ubica en torno a los US$ 16.700. “No va a ser fácil pero nunca hemos estado en mejor posición para llegar a ser un país desarrollado. Si bien trasciende nuestro Gobierno, es un objetivo que tenemos como país, y estamos bien encaminados”, señaló el jefe de las finanzas públicas. Añadió que la importancia de alcanzar dicho objetivo se expresa en la posibilidad de mejorar indicadores de desarrollo humano y calidad de vida de las personas en ámbitos como la salud, educación y desigualdad de ingresos (ver archivo adjunto).
Finalmente, el Ministro de Hacienda reiteró que la autoridad mira con atención la evolución de la inflación, de manera de contribuir a acotar las presiones de precios tras la negativa sorpresa del IPC de febrero, que se ubicó por sobre las expectativas, impulsado principalmente por el valor de alimentos perecibles y el transporte interurbano . “La inflación nos mantiene en guardia, si bien no hay que sacar conclusiones sobre un mes puntual”, indicó el secretario de Estado.