El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, se reunió este mediodía con la comunidad de Cerrillos para sostener un diálogo sobre la Reforma Tributaria junto al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo; el diputado Pepe Auth; y el intendente de Santiago, Claudio Orrego, en un encuentro convocado por el alcalde de la comuna, Arturo Aguirre.
“La ciudadanía entiende que la Reforma Tributaria tiene una columna vertebral donde los que ganan más, van a pagar más. Efectivamente la ciudadanía celebra y apoya la Reforma Tributaria para avanzar en cambios en la educación, en la protección social: salud y pensiones y en equilibrar nuestras cuentas fiscales”, dijo el ministro Arenas.
El secretario de Estado se refirió a la importancia que el proyecto ley de Reforma Tributaria, sea respaldado y aprobado por el Congreso y sus parlamentarios, para que las personas puedan acceder prontamente a los beneficios del proyecto. “Hay una importante mayoría que respalda esta Reforma Tributaria, efectivamente el Gobierno espera que se avance a partir de la próxima semana en un trámite eficiente y con celeridad para que beneficios como el de las Pymes estén vigentes lo antes posible en 2014”, dijo.
Respecto a las críticas de la oposición el ministro Arenas sostuvo que “hoy los que critican la Reforma Tributaria son los mismos las que criticaban la reforma de Aylwin en los 90, es el mismo sector que entonces trataba de obstruir”.
Agregó que “criticar la Reforma Tributaria es estar en contra de enfrentar la desigualdad, estar en contra de avanzar en una reforma estructural a la educación, estar en contra de colocarles recursos a la protección social y fortalecer nuestro sistema de salud. La reforma tiene un respaldo ciudadano y estamos seguros que éste respaldo se verá manifestado en el Congreso Nacional”.
Enfatizó que en el corazón de la reforma está el enfrentar la desigualdad, porque si bien hay regiones como Antofagasta que tienen ingresos similares a los de Londres, sus realidades son muy distintas. Por lo mismo, hizo hincapié en que si bien nadie duda de que al final de esta década Chile atravesará el umbral de desarrollo, lo realmente relevante es que no lo haga sólo estadísticamente, sino que ese desarrollo entre a la casa de todos los chilenos.