“La reducción de la desigualdad es una buena noticia, pero esta es una batalla que continúa”, enfatizó el Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, al comentar los nuevos resultados de la Casen 2011 conocidos hoy, que consignaron una importante reducción en la brecha de ingresos en el país.
De acuerdo a la medición, la brecha de ingresos autónomos entre el 10% más rico y el 10% más pobre de la población cayó de 46 a 35,6 veces. A su vez, al comparar por quintiles, entre el 20% de mayores ingresos y el 20% más vulnerable, dicha brecha disminuyó de 15,7 a 13,6 veces. Al considerar ingresos monetarios, que incluyen subsidios y transferencias del Estado, la diferencia de ingresos se redujo de 25,9 a 22,6 veces entre deciles y de 11,9 a 10,9 al cotejar entre quintiles.
“La diferencia de ingresos monetarios entre los deciles de mayores y menores ingresos es la más baja desde 1990”, señaló el Ministro Larraín, agregando que “es importante que una economía que crece, crea empleos y que reduce sus niveles de pobreza, como vimos hace unos días, al mismo tiempo vaya disminuyendo la desigualdad”.
En esa línea, el jefe de las finanzas públicas valoró la disminución que anotó en junio la tasa de desempleo del Gran Santiago –que se ubicó en 7,2%, ocho décimas por debajo de la registrada en marzo-, según la encuesta de la Universidad de Chile. Comparada con igual fecha de 2011, dicha baja alcanza las 9 décimas.
“Esto es algo muy notable porque tradicionalmente en junio, con el comienzo de la temporada invernal, se observan menores niveles de empleo. Sin embargo, nuestra economía sigue creando puestos de trabajo”, indicó el Ministro de Hacienda. En doce meses, el crecimiento de la ocupación alcanzó un 3,7%, superior al aumento de la fuerza laboral, que llegó a un 2,3%.
El jefe de las finanzas públicas destacó el significativo aumento del empleo por cuenta propia y de los emprendedores. Y añadió que las cifras entregadas esta mañana ratifican la mayor integración de la mujer en el mercado laboral. Entre junio del año pasado y junio de este año, la tasa de participación laboral femenina aumentó de 48,4% a 50,3% y el desempleo de este grupo cayó 1,6 puntos porcentuales en igual período.