Santiago, 17 de abril de 2017.- El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, planteó que la propuesta para mejorar las pensiones presentada por el gobierno es sostenible, cuida los incentivos y la economía y fortalece el sistema de pensiones en la lógica de la seguridad social, pero además “se hace cargo de una serie de realidades del sistema de pensiones y también de restricciones, tanto políticas como económicas”.
La autoridad se refirió al tema al exponer hoy los principales contenidos de la propuesta del gobierno (ver presentación) en el seminario internacional “Sistemas de Pensiones: Desafíos y Perspectivas”, organizado por la Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones (AIOS) y la Asociación de Supervisores de Seguros de América Latina (ASSAL).
En la ocasión, detalló el funcionamiento del nuevo sistema de ahorro colectivo que se financiará con la cotización de 5 puntos porcentuales de cargo del empleador, que será administrado por una “nueva entidad pública, autónoma, con mandato único y preciso y que va a velar por la eficiencia”. De este 5%, tres puntos van a cuentas personales de cada individuo y los dos restantes van a un sistema de seguro colectivo para financiar tres componentes. El primero, de solidaridad intrageneracional, permite que los cotizantes que durante un año perciban ingresos más bajos reciban ayuda de aquellos que han ganado más. Segundo, un componente intergeneracional, que apoya a los cotizantes actuales que ya están a punto de retirarse y a aquellos que están retirados, “con la lógica siguiente: nadie en el sistema de pensiones de vejez de AFP debiese tener un aumento de su pensión inferior a 20%”. Y tercero, un bono que incentiva a que las mujeres se retiren más tarde.
Valdés explicó que el componente intergeneracional irá desapareciendo en el tiempo, ya que con los mayores ahorros provenientes del aumento de cotización cada persona va a ir financiando un mejoramiento de su pensión futura. Por su parte, el componente intrageneracional se calcula cada año “y por lo tanto, en la cuenta personal siempre va entrando más que el 3%”. Así, explicó que en el largo plazo el componente intergeneracional desaparece y por lo tanto prácticamente todo es ahorro. Y si se ve la evolución de este seguro colectivo en el tiempo “en el corto plazo más de 4 puntos son ahorro y en el largo plazo casi 4 puntos y medio son ahorro. Ciertamente no todos ahorran lo mismo, una persona más pobre va a tener al final un porcentaje de ahorro mayor”, comentó.
Así, pidió sincerar el hecho que “sin transferencias intergeneracionales es prácticamente imposible mejorar las pensiones de la clase media hoy”. Puso el ejemplo de “una persona, digamos de 68 años, que ganaba 900 mil pesos y se jubiló hace 3 años con 320 mil pesos en una AFP, lo que es una caída fuerte en sus ingresos. Nuestra propuesta aumentará esa pensión en 20%”.
También llamó a tener un debate serio y con el máximo rigor, ya que “no podemos contarles verdades a medias a las personas”. Planteó la necesidad de hacer comparaciones internacionales correctas, incorporando factores como inflación o costos. Sostuvo que el debate es legítimo, pero pidió no sembrar “miedo o desconfianza con verdades a medias o simplemente falsedades”.
Como ejemplo, dijo que no corresponde a la realidad plantear que un trabajador con un salario de $600 mil no se beneficiaría del 2% del seguro colectivo. “Eso es evidentemente falso si es una mujer o una persona que está a algunos años, digamos 10, de jubilar. Pero aún si es un hombre que está lejos de jubilar, su cuenta personal recibirá cerca de 4% al comienzo gracias a las transferencias intrageneracionales, porcentaje que será incluso mayor en el largo plazo. Por cierto, los que estamos sobre el tope imponible veremos que la cuenta personal recibe solo un poco sobre el 3%. Pero en todos los casos este seguro aporta a todos los que cotizan”, enfatizó.
Añadió que “no basta el titular” cuando se plantea que es mejor usar fondos fiscales y ampliar el pilar solidario para mejorar las pensiones, ya que también hay que aclarar de dónde saldrían esos fondos, cuánto se necesitaría y si es viable ese tipo de esfuerzo fiscal proporcional y sólo para los que cotizaron.
A quienes proponen que las personas decidan dónde va el 5%, les respondió que eso implicaría que también deberían decidir adónde va el 10% vigente. “Me temo que eso nos entramparía por un largo tiempo en un debate que es legítimo, pero que no va al fondo de lo que necesitamos hoy para mejorar las pensiones actuales y futuras. Un paso a la vez permite evaluar resultados y con ello mejores políticas”, afirmó.
El ministro defendió la urgencia de aumentar el ahorro previsional y diversificar las fuentes de financiamiento de las pensiones. Alertó que dada nuestra dinámica poblacional, un sistema de reparto “equivale a consumirnos en el presente aumentos significativos de las cotizaciones e impuestos de nuestros nietos y bisnietos”. Y dijo que si bien “es legítimo que cada uno se preocupe de mantener y ampliar su negocio, es importante reconocer los conflictos de interés en el debate, como los que tienen las AFP cuando defienden que todo el 5% vaya a la cuenta de capitalización individual que ellas administran”.
Regulación industria AFP
El ministro añadió que junto con la incorporación gradual de los trabajadores independientes a la cotización obligatoria, se aumentará también el tope imponible desde 75,7 UF a 113,5 UF, manteniendo la indexación al ajuste real de remuneraciones del INE.
En términos de regulación de la industria, planteó la necesidad de aumentar la participación de los afiliados a través de un representante en el Comité de Inversión y Solución de Conflictos de Interés, “y queremos también participación de los afiliados en la elección de directores de las sociedades donde invierten los fondos”.
Añadió que también se busca perfeccionar el sistema multifondos en algunos aspectos específicos, eliminando un multifondo y abriendo la posibilidad de que haya cobros de comisiones relacionadas con desempeño. “Hoy día las comisiones son fijas e independientes de cómo lo haga una AFP. Queremos darle facultades a la Superintendencia para establecer benchmarks para cada multifondo y a partir de eso poder tener cobros de performance”, explicó. Asimismo, se fortalecerá la licitación de nuevos afiliados y también la regulación de las comisiones de intermediación, “que siendo muy importantes requieren más transparencia y también requieren políticas más claras de conflictos de interés y otro tipo”.