Santiago, 11 de julio de 2016.- Un escenario económico y fiscal más estrecho, marcado por la rebaja en la proyección de crecimiento del PIB para el año en curso, deterioro de los ingresos fiscales y un ritmo de expansión del gasto que aún requiere contención, presentó hoy el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. Junto al director de Presupuestos, Sergio Granados, la autoridad entregó la evaluación de la gestión financiera del sector público de 2015 y la actualización de proyecciones de 2016 ante la Comisión Especial Mixta de Presupuestos (ver presentación).
Al respecto, junto con mantener la proyección de precio de largo plazo del cobre en US$ 2,15 la libra para 2016 establecida por el comité de expertos a comienzos de año, se actualizó la proyección de PIB a 1,3/4 % desde el 2% con sesgo a la baja informado con ocasión del ajuste fiscal. Además, se actualizaron otros parámetros, entre ellos que la variación de la demanda interna real llegaría a 1,4%, IPC diciembre a 3,5% y tipo de cambio anual a $690.
Sobre la trayectoria de ingresos y gastos fiscales, el director de Presupuestos dijo que existe “preocupación porque el déficit aumenta en forma significativa y estamos tratando de generar una contención de gastos en la medida que los ingresos se nos están deteriorando”. Detalló que la tendencia en la disminución de los ingresos “es significativa”, no sólo por el shock de caída de precio del cobre, sino además “fundamentalmente por los componentes mineros de los ingresos del Fisco, tanto en la tributación de la minería privada (-97,4%) como en la disminución del cobre bruto, que son los ingresos de Codelco (-11,9%)”. En total, se proyecta que los ingresos fiscales caerán 0,5% este año respecto de lo proyectado en 2015.
Respecto de los gastos, el ministro informó que a mayo crecen 6% año contra año “y según el Presupuesto y el ajuste que hicimos debiéramos disminuirlos a 4,2%. Por lo tanto, queda trabajo aún de una desaceleración del gasto que en cualquier caso va a ser sustancialmente mayor en su crecimiento al de la economía”.
En cuanto al escenario económico y junto con señalar que la actividad crece más lento que lo que se parece capaz, detalló que la depreciación del peso ha permitido una ganancia de competitividad relevante y que ha existido también un “ajuste muy sano” en las tasas de interés, que han venido cayendo desde 2010 al igual que en el mundo desarrollado y se han mantenido bajas. No obstante, agregó que es necesario preguntarse si la depreciación del peso en este ciclo ha sido suficiente. “En un sistema de flotación es muy difícil tener un juicio acabado sobre esto, pero si uno ve las condiciones externas, las condiciones de bajo crecimiento, es posible que haya desalineamientos -incluso actuales- en que la economía requiera un tipo de cambio algo diferente”, afirmó.
Balance estructural y fondos soberanos
En cuanto a la situación estructural de las cuentas fiscales, el titular de Hacienda sostuvo que tenemos una realidad que ha ocurrido muy pocas veces antes: los gastos están creciendo menos que el promedio histórico, pero a tasas todavía bastante significativas; y los ingresos “están disminuyendo, son casi cero”. En este cuadro, agregó que evidentemente el déficit fiscal se ha ampliado. El balance estructural proyectado para este año era de -1,3% desde el -1,6% registrado en 2015, pero con las nuevas proyecciones se está llegando -1,4%. Con todo, Valdés ratificó la meta de mejorar el balance estructural en 0,25% anual por año.
La autoridad también explicó que los fondos soberanos, que hoy acumulan US$ 26.700 millones, están constituidos por ahorros que Chile mantiene como una inversión financiera que puede servir como ayuda en momentos de crisis, pero que también se podrían usar para prepagar deuda, sin por ello alterar el gasto que define la regla fiscal. Detalló que el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), que tiene unos US$ 15.000 millones, es el fondo más importante para el ciclo económico en el sentido de que se asocia a déficit y superávit. Entonces, previendo que habrá déficit fiscal en 2017, la pregunta es si debe financiarse por completo con deuda o también con este fondo.
“El FEES tiene reglas de acumulación muy precisas, pero muy generales de desacumulación. Por esa razón le pedimos al Consejo Asesor Fiscal que nos diera algunas guías sobre cuánto y cómo usar el FEES o no usarlo”, comentó, agregando que si se trata de tener “un colchón para emergencias” también es importante debatir sobre el tamaño que éste debería tener. “Es una discusión legítima que creo que tenemos que hacer y a mí me gustaría hacer para el presupuesto, de manera que el financiamiento del próximo año considere o no el uso de alguna parte del FEES”, afirmó. Eso sí, el ministro reiteró que “usarlo o no usarlo no cambia cuánto vamos a gastar, sólo cambia la fuente de financiamiento de ese gasto”.