El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, reafirmó hoy categóricamente el compromiso del Gobierno que encabeza el Presidente Sebastián Piñera, y de esta cartera en particular, con la responsabilidad fiscal, sobre todo ahora frente a la incertidumbre que reina en las economías en desarrollo y los principales mercados mundiales.
“En esta coyuntura, el Gobierno reafirma su compromiso con la responsabilidad fiscal, a través de la convergencia del balance estructural a -1% del PIB en 2014, y un crecimiento del gasto público inferior al PIB, evitando así efectos indeseables sobre variables macroeconómicas clave como la inflación, el tipo de cambio y las tasas de interés”, dijo el ministro Larraín al inaugurar esta mañana el Seminario Económico 2011, organizado por grupo Security.
Asimismo, en el marco del cumplimiento de este objetivo, anunció la creación del nuevo Consejo Fiscal para converger hacia una Regla Fiscal de Segunda Generación, que mejore y transparente la regla fiscal de superávit estructural de 1% del PIB que rige en nuestro país desde 2000.
La creación de este órgano asesor del ministro de Hacienda fue una de las principales recomendaciones del Comité Asesor de Balance Estructural, que esta cartera convocó en mayo de 2010 y que encabezó Vittorio Corbo, ex presidente del Banco Central de Chile. Además de Corbo, integraron este Comité los destacados economistas Ricardo Caballero, Francisco Rosende, Rodrigo Vergara, Mario Marcel, Klaus Schmidt-Hebbel y Joaquín Vial.
El Consejo Fiscal estará compuesto por cinco expertos independientes, con experiencia en temas fiscales y presupuestarios.
Su rol principal será garantizar la independencia en la estimación de las variables estructurales y validar las estimaciones del balance estructural.
Participará en los comités consultivos del PIB Tendencial y del Precio de Referencia del Cobre, y verificará las estimaciones de las variables estructurales; se apoyará en una Secretaría Técnica, basada en la Dirección de Presupuestos (Dipres), para la validación de los cálculos ex post del balance estructural, y proporcionará una instancia técnica para discutir eventuales cambios metodológicos que proponga la autoridad. También podrá ser convocado por el ministro de Hacienda para analizar temas específicos relacionados con el balance estructural.
En su exposición, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, afirmó que nunca es tiempo para relajar la disciplina fiscal “menos cuando el escenario global se vislumbra incierto”.
“No les quepa duda que mantendremos firme el timón de la economía chilena. La disciplina fiscal es intransable”, subrayó.
El ministro Larraín agregó que a veces algunos parecen olvidar que el crecimiento es la principal fuente de incremento de recaudación, y que la mejor contribución que puede hacer un Gobierno para incrementar sus ingresos tributarios es potenciar al máximo el crecimiento sustentable de la economía.
“No necesitamos aumentar los impuestos para realizar la reforma educacional. Nuestra agenda social, incluyendo el compromiso de US$ 4.000 millones adicionales a educación entre este año y los próximos 4 a 6 años, se financia dentro de un Presupuesto responsable y sin aumento de impuestos”, enfatizó.
El secretario de Estado hizo ver que los desequilibrios en las finanzas públicas terminan siempre perjudicando a los más pobres. “Las malas políticas sociales siempre terminan pagándolas los más débiles con inflación y desempleo. Hemos conocido en el pasado experiencias de ese tipo y no vamos a repetirlas”, dijo.
Añadió que por supuesto el crecimiento económico debe reflejarse en mayor bienestar en todos los hogares, destacando que para eso el Gobierno impulsa políticas sociales que apuntan a nivelar la cancha para que todos sientan que su contribución al crecimiento es recompensada en forma justa. Pero, precisó, “teniendo siempre presente que el crecimiento, la creación de empleo y la educación son la base para la mejor distribución del ingreso”.
“Vamos a cumplir nuestra meta de dejar al país encaminado para lograr el desarrollo antes de terminar esta década. La hoja de ruta que diseñamos para lograrlo siempre consideró buenas políticas: sociales y fiscales. No hay una sin la otra”, declaró.
El jefe de las Finanzas Públicas señaló que la economía chilena crecerá este año en torno a 6,5%, y que más familias chilenas disfrutarán, de manera más equitativa, de este crecimiento, destacando la creación de más de 500.000 empleos desde principios de 2010.
Sin embargo, advirtió que no somos inmunes a la incertidumbre que se vive en los mercados globales, aunque al mismo tiempo recalcó que estamos en una situación privilegiada para enfrentarla.
“Contamos con los recursos, las instituciones y las herramientas adecuadas para enfrentar eventuales turbulencias. Es tarea de todos mantener responsablemente las condiciones que nos permiten mirar el escenario con esa tranquilidad”, expresó.
El titular de Hacienda destacó que el país ha vuelto a crecer a un ritmo que parecía olvidado, que el empleo se ha incrementado en una dinámica inédita en los últimos años, que la inversión sigue creciendo, que estamos aumentando la productividad, y que hemos retornado a la ruta del equilibrio fiscal, promoviendo la eficiencia y la austeridad en el gasto y aumentando nuestro ahorro.
“Ello —insistió— nos permite enfrentar el difícil escenario internacional de manera serena. Pero no estamos blindados, ni somos inmunes a lo sucede en una economía globalizada”.
Larraín se declaró optimista, pero no autocomplaciente. “Hacer bien nuestro trabajo —aseguró— estimula hacerlo cada vez mejor. Necesitamos mejorar aun más nuestra productividad. Tenemos para ello una agenda modernizadora que vamos a llevar adelante. Vamos a mejorar la calidad de nuestra educación; vamos a transformar el Estado en un motor del desarrollo al servicio del emprendimiento y de las personas”.
Reconoció en ese sentido que el país se ha vuelto más exigente, pero con la misma fuerza remarcó que “la violencia, el vandalismo y los desórdenes nos alejan del desarrollo”.
“Nos estamos planteando metas cada vez más altas, el Gobierno, las empresas, los trabajadores, las personas. En el camino puede haber inconformidad con ciertos aspectos, y es natural que la haya. Pero esa inconformidad no nos paraliza, por el contrario, nos estimula a resolverla con las políticas correctas. Y el diálogo franco y constructivo es una gran herramienta para avanzar”, comentó.
El secretario de Estado indicó que la confianza que se refleja en las decisiones de inversión de las empresas y en las decisiones de consumo de las personas, no es casual, y que está alineada con los buenos resultados de nuestra economía y las políticas que se aplican.
Puntualizó que “las expectativas, sin embargo, por momentos parecen desvincularse de esa realidad. Nuestra misión no es contemplarlas con desazón; por el contrario es realinearlas con el círculo virtuoso que hemos construido: Gobierno, trabajadores y empresas, juntos por un Chile mejor para todos”.
Finalmente, el ministro Larraín hizo un enérgico llamado a los estudiantes, en particular a sus líderes, a volver a la mesa de diálogo que ha planteado el Gobierno, “porque la postura de decir ‘o toman todo lo que pedimos o no salgo de la calle’, es absolutamente intransigente y no conduce a ningún diálogo”.