Ministro de Hacienda: “Mi compromiso es trabajar para fortalecer el crecimiento y esto por supuesto incluye ser responsables fiscalmente”

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, abordó la situación macroeconómica del país detallando el contexto económico mundial y regional en el XIII Seminario Internacional de Inversiones, organizado por Moneda Asset Management, instancia en que destacó los temas de productividad y crecimiento tendencial como temas centrales para los próximos años, junto con la necesidad de seguir reduciendo la desigualdad.

“Mi compromiso es trabajar para fortalecer el crecimiento. Esto implica adoptar buenas políticas y estar abierto al diálogo para el perfeccionamiento de ellas. Esto, por supuesto, incluye ser responsables fiscalmente” dijo el ministro Valdés, y agregó que “no soy de la línea de buscar atajos raros en la política fiscal. La seriedad en la política fiscal de Chile se premia y yo estoy aquí para seguir en esa senda”.

El jefe de las finanzas fiscales explicó que el crecimiento y la riqueza material son imprescindibles para el desarrollo. “En eso creo que estamos todos muy de acuerdo, pero también el desarrollo es un desafío de tejido social, de complejidad, de tener oportunidades para todos. No sólo tenemos que ser más ricos, sino que tenemos que tener una sociedad más integrada”, afirmó. Recordó que  Chile  ha tenido “dos o tres décadas de gran crecimiento, pero también tenemos que estar conscientes que no hemos sido capaces de renovar el contrato social que existe en Chile, Creo que no hemos sabido recoger bien las aspiraciones de muchos”, puntualizó, agregando que “la percepción de desigualdad se ha vuelto cada vez más nítida, conocida y reconocida por todos”.

Valdés agregó que hoy “el sistema político tiene menos capacidad para procesar y encausar las soluciones a estos problemas, y esto afecta la confianza y la economía. A ello se suma ciertamente la ansiedad que producen los cambios”.  Reconoció que Chile enfrenta un escenario exigente que no se resuelve a la brevedad ni con voluntades individuales. Advirtió que  “quienes dicen que se trata simplemente de frenar todas las reformas tienen un diagnóstico equivocado. Eso sólo postergaría los dilemas y las incertidumbres. Los desafíos hay que encararlos, no huir de ellos”. Agregó que de la misma forma, otros afirman que “hay que hacer todo ya, hoy día y como uno quiere, pero ellos pierden de vista que los países se construyen gradualmente y entre muchos”. 

Asimismo, planteó que existe un ambiente político que están generando efectos en la confianza de las empresas y los consumidores.  “Tenemos un ambiente de mucha más crispación de lo que es saludable tener en una economía. Razones para eso hay muchas. Esta crispación sí tiene efectos en la confianza”, afirmó. Citó encuestas que reflejan que la confianza de las empresas viene cayendo desde mediados de 2013 y alcanzó su nivel más bajo a comienzos de este año.  “Esto no es independiente del ambiente de crispación y no es independiente de los temas políticos y me refiero a los escándalos financieros, a la falta de legitimidad de la política.  Es importante abordar esos temas”, enfatizó.  

La autoridad también planteó su preocupación por el debate público, alertando sobre “organizaciones de distinto tipo que se niegan a discutir si no es en los términos que ellas exigen o buscan imponer vetos sobre determinadas materias. Me preocupa que unos digan que todo se ha hecho mal y del otro lado se reclame que se ejerce un chantaje que está paralizando al país. Esto sólo lleva al atrincheramiento de posiciones, y eso no es lo que Chile necesita y no es el camino para resolver las dificultades”.

Priorización 

El ministro precisó la Presidenta Bachelet  está liderando un proceso de jerarquización de  los cambios que el gobierno está impulsando. “Se trata de asumir las exigencias que nos plantea este escenario, que incluye una capacidad del Estado más limitada de lo que se esperaba para hacer cambios, afinar la sintonía de los cambios a las necesidades del país, y también reconocer las restricciones fiscales”. Indicó que este esfuerzo busca “jerarquizar los compromisos, ponerle contornos, orillas, a lo que se hace, y asegurarnos que se concreten con diálogo, en plazos que sean razonables y poniendo atención  a los efectos secundarios”. 

Añadió que hay que mejorar el funcionamiento de los mercados y estimular la productividad, por ello dio a conocer una serie de proyectos de ley que actualmente se encuentran en el Congreso y otras iniciativas que el gobierno está impulsando que son de largo aliento y que apuntan a dinamizar la productividad.  

Detalló que respecto de la Reforma Tributaria, el Servicio de Impuestos Internos finalizó la fase de emisión de circulares para moldear el funcionamiento de la ley, y en paralelo se han iniciado conversaciones con expertos para evaluar perfeccionamientos técnicos que simplifiquen el sistema. “Hicimos una Reforma Tributaria que cambió la carga tributaria, la administración tributaria y quiénes pagan impuestos, incluido su progresividad. Ese acuerdo hay que respetarlo. Ciertamente estamos abiertos al diálogo y a la vía legal,  si concluimos que es necesario tomarla”, aclaró.  

Sobre la Reforma Laboral, resaltó que el proyecto se hace cargo de importantes asimetrías existentes entre empleadores y trabajadores, junto con acordar nuevos elementos –no sólo beneficios- en la relación laboral. Dijo que si bien está en una fase avanzada en su trámite legislativo, “esto no quita que sea posible mejorar esta iniciativa que se radica hoy día en el Senado”.

Economía sana en aspectos clave

En su intervención, el ministro Valdés  destacó que Chile ya ha hecho un ajuste externo, porque primero se ajustó el tipo de cambio, el Banco Central ha impulsado una política monetaria que mantiene controlada la inflación, y el sistema bancario es sólido. “Creo que son cosas que demuestran que tenemos una economía fundamentalmente sana en aspectos clave”, enfatizó.

Al respecto, reiteró la necesidad de que todo análisis sobre la situación macroeconómica de Chile considere el contexto regional y mundial,  donde los mercados emergentes y especialmente América Latina enfrentan también una desaceleración económica.  Recordó que después del ciclo de precios de commodities al alza, los menores precios están impulsando a un ajuste de la economía que tomará tiempo. “Chile en los tiempos de precios altos al comienzo ahorró mucho, pero nos fuimos acostumbrando al boom de cobre. Esto significó, por ejemplo, que la cuenta corriente se deterioró muchísimo a pesar  que los precios del cobre eran altos, porque ahorramos menos e invertimos mucho más en cobre.  También el Fisco se fue acostumbrando a este mayor precio: a pesar de que el balance estructural mejoró porque el precio de referencia subía, el balance efectivo ha ido gradualmente deteriorándose después de un ajuste muy importante post rebote de la crisis”, detalló.

Resaltó que la credibilidad del Banco Central ha permitido una política monetaria expansivo y en materia de política fiscal, recordó que el Presupuesto de este año considera un crecimiento del gasto cercano al 10% y que el  déficit de ingresos proyectado está en torno al 3%. “Estamos lejos de los problemas de otros países, pero esto pone de manifiesto que el espacio fiscal es mucho más acotado de lo que estábamos acostumbrados. Y en el lado de los activos netos del gobierno, también hay que decir que el espacio es más acotado”, precisó.

Precisó que en este nuevos escenario, donde tenemos que de algún modo deshacer el impacto macroeconómico que tuvo el ciclo de altos precios del cobre, la señal clave para la reasignación de recursos es el tipo de cambio. “El desafío hoy día es de reasignación, es cómo uno sube la inversión no minera, cómo se mueven recursos que se destinaron a la minería hacia otros sectores”, puntualizó.