Santiago, 3 de octubre de 2016.- El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, enfatizó que el Presupuesto 2017 se construyó “sobre supuestos muy realistas y siguiendo nuestra regla fiscal de manera muy precisa”, agregando que junto al avance de las políticas sociales “lo que estamos protegiendo al tener un presupuesto responsable es tener tasas de interés bajas, que benefician a todos, a las empresas que se endeudan y a las familias que toman créditos hipotecarios”.
Al presentar el Estado de la Hacienda Pública ante la Comisión Especial Mixta de Presupuestos del Congreso, la autoridad defendió el respaldo que el Presupuesto entrega al crecimiento al movilizar recursos para la inversión tanto del gobierno central, de las empresas públicas y la que se concreta a través de concesiones de infraestructura, que crecen 10,8%. “Creo que el clima no se arreglaría con una política fiscal moderadamente expansiva que rompa la regla y tratar de convencer al sector privado de que estamos haciendo más inversión pública de un tipo. Estos temas son debatibles pero, en nuestra opinión, eso sería más contractivo que el efecto expansivo de la política fiscal”, sostuvo.
Agregó que ahora “la pelota está más claramente en el sector privado, estamos haciendo un esfuerzo fiscal para mantener las tasas de interés bajas y para que haya cancha para ello. Estamos mostrando que este gobierno, como todos los anteriores, han sido muy responsables con las políticas fiscales y por lo tanto estos temas de credibilidad, de confianza, al menos en el ámbito fiscal tienen que darse por superados”. Añadió también que “lo más importante para los mercados internacionales es ver un país ordenado que vive con un plan claro y que cumple ese plan”.
Valdés aseguró que Chile tiene una economía sana, que está viviendo un proceso de ajuste debido fundamentalmente a la caída del precio del cobre que se traduce en menores ingresos fiscales. Esto, dijo, requiere potenciar otros sectores distintos a la minería como motor del crecimiento, para lo cual estimó clave tener un tipo de cambio alto que ayude a las exportaciones. Por ello, señaló que no es solamente el impulso fiscal el importante, sino también lo que ocurre con el tipo de cambio y las tasas de interés de corto plazo.
Recordó que en 2015 la política fiscal fue bastante expansiva con un aumento del gasto de 7% y de 14% en la inversión pública, “pero ese año las tasas subieron 50 puntos base en el segundo semestre y el tipo de cambio estuvo más abajo de lo que habría estado con una combinación fiscal monetaria distinta”. Añadió que al analizar este escenario ex post, haber tenido una expansión fiscal más baja y tasas más bajas quizás podría haber sido mejor para la economía. “Eso es lo que estamos tratando de construir con este presupuesto, que es responsable, no es ni austero ni suelto”, declaró.
Según el titular de Hacienda, hoy la política monetaria está teniendo a través de su trayectoria futura un efecto más expansivo que el del año pasado, mientras que en la política fiscal “hay un esfuerzo moderadamente expansivo dentro de la regla fiscal”. Sostuvo que este escenario contribuye a una aceleración de la actividad, pasando de 1,75% en 2016 y a 2,25% del PIB el año próximo. Agregó que en ello también incidirá un mayor crecimiento mundial, un mejoramiento del comercio global y cierta recuperación del precio del cobre. Además, dijo que el ajuste de la minería, que ha sido muy profundo y prolongado, debiera estar llegando a su fin y que también espera “cierto mejoramiento a los niveles de confianza en la medida en que las discusiones internas se aquietan”.
Caída en los ingresos
El ministro Valdés informó que ha habido una importante caída en los ingresos que recibe el Fisco, especialmente los provenientes de la minería (que incluye tanto Codelco como la minería privada) que pasaron de aportar más de 4 puntos del PIB a básicamente cero en 2016. Dicho de otro modo, si en 2010 y 2011 el 20% de los ingresos del fisco eran mineros, hoy día equivalen a 1,5%. Esta realidad se ha podido compensar gracias a los ingresos tributarios no mineros, que han crecido y permiten mantener los ingresos sobre 21% del PIB. “Esto es muy importante porque muestra que la reforma tributaria va dando resultado. Sin ella, hubiésemos tenido una merma de ingresos muy sustancial y no podríamos haber hecho la expansión de gasto que estamos haciendo para el próximo año”, declaró.
Así, debido tanto a los menores ingresos estructurales por el cambio en el precio del cobre de largo plazo y el crecimiento tendencial de la economía, mayores ingresos asociados al registro de capitales y el ajuste fiscal de comienzos de año, el balance estructural 2016 pasa del -1,3% proyectado en la Ley de Presupuestos a -1,2% con los parámetros del año pasado, lo que cumple plenamente con la regla fiscal. Ya que hubo un nuevo cambio en los parámetros estructurales, con la información actual el balance estructural es - 1,7% que es el punto de partida de este año. Para 2017, el balance estructural sería -1,5% con los datos de hoy y -0,9% con los parámetros del ajuste fiscal.
Valdés comentó que el gasto fiscal va aumentar a 24,3 puntos del PIB, el más alto de las últimas décadas, con un déficit efectivo de 3,1% que se ampliaría modestamente a 3,3% debido a que los gastos suben más que los ingresos.
Financiamiento
En cuanto al financiamiento del déficit, el titular de Hacienda afirmó que “dado el nivel donde están las tasas de interés en el mundo y en Chile, hemos llegado a la conclusión que conviene financiarlo con deuda, cuidando nuestros activos financieros”, decisión que podría modificarse “si la situación de tasas de interés cambiara y se hiciera más caro emitir deuda”.
La autoridad precisó que la proyección actual es que el nivel de deuda llegaría a 25,2% del PIB del próximo año, y por ello en el Presupuesto se solicita autorización para emitir deuda por US$ 11.500 millones “que permite no sólo financiar todo el déficit de caja y el déficit fiscal con deuda, sino que también nos permite proteger el Fondo de Estabilización Económico y Social (FEES)”. De este total, US$ 9 mil millones se destinarán a emisiones de deuda en el mercado para financiar el déficit, US$1.000 millones para hacer operaciones relativas a los bonos de reconocimiento US$1.000 millones para el Fondo de Reserva de Pensiones (FRP); y US$ 500 millones para operaciones con organismos multilaterales.
Valdés indicó que se empleará el espacio de financiamiento que la ley otorga proveniente tanto del Fondo de Educación como del FRP. Al mismo tiempo, se emitirá deuda para aportar al FRP, evitando que ese financiamiento provenga del FEES, como se ha hecho en los últimos años. Esto permitirá “mantener el FEES en el monto que está e ir aumentando el FRP, que ciertamente será utilizado en el futuro cercano dado la discusión de pensiones que tenemos en Chile”. Sobre cuánto se retirará del FRP, precisó que el monto está establecido en la Ley “pero lo importante es que vamos a poner en ese mismo fondo más de lo que se toma. El Fondo de Reserva de Pensiones el próximo año en realidad va a aumentar”.