Los ministros de Hacienda y del Trabajo, Nicolás Eyzaguirre y Alejandra Krauss, respectivamente, encabezaron un homenaje al dirigente sindical, Tucapel Jiménez Alfaro, quien fuera asesinado por los servicios de inteligencia de la dictadura militar en febrero de 1982.
La ceremonia realizada en el hall central del Ministerio de Hacienda, contó con el descubrimiento de una placa en recuerdo de quien fuera presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), desde el año 1963 al año 1982. Tucapel Jiménez trabajó en el edificio del Ministerio de Hacienda entre los años 1960 y 1980, como jefe de Presupuestos de la ex Dirección de Industria y Comercio (Dirinco).
A la ceremonia asistió la familia del fallecido dirigente, encabezada por su hijo, el diputado Tucapel Jiménez Fuentes, junto a la subsecretaria de Hacienda, Macarena Lobos y sus pares de Trabajo, Francisco Díaz y de Previsión Social, Jeannette Jara. También participó el presidente de la ANEF, Carlos Insunza y la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira.
En sus palabras de homenaje, el ministro Eyzaguirre destacó la figura de Tucapel Jiménez y su aporte al país y al mundo sindical. Sostuvo que la instalación de la placa busca “simbolizar, mejor que cualquiera de los ministros que hayamos pasado, lo que esta casa significa para todos los chilenos”.
El titular de Hacienda manifestó que con Tucapel Jiménez “no fuimos contemporáneos, pero si lo hubiésemos sido -haciendo otra versión de la historia- posiblemente habríamos tenido muchas disputas, porque obviamente representó a los trabajadores del sector público y a mí me toca cuidar la caja fiscal. En esta relación van a haber acuerdos y desacuerdos, pero ¿qué nos queda de Tucapel? Nos queda, como ningún otro a quien supo entender que su lucha por los trabajadores del Ministerio de Hacienda, por los trabajadores del sector público como por el conjunto de los trabajadores, era la misma que la del conjunto de los ciudadanos”.
Eyzaguirre destacó que Jiménez “entregó su vida por la reconquista de la democracia que le pertenece a todos, a los trabajadores y trabajadoras, ciudadanas y ciudadanos”.
Aseguró que Tucapel Jiménez se transformó en un objetivo de los servicios de inteligencia de la dictadura “porque estaba peleando por un sueño y ese sueño lo tenemos todos. Entonces, este momento de homenaje es bueno y eso no exige el reajuste, que si es necesario lo combatan con toda su fuerza, pero al final somos de la misma ruta, de la ruta por la dignidad de los trabajadores chilenos. Y eso se merece Tucapel”.