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Miércoles, mayo 15 de 2013

Ministro Felipe Larraín: “No hay ninguna experiencia exitosa de reducción sostenida de la desigualdad en una economía estancada”

  • El jefe de las finanzas públicas comentó que “estamos asistiendo a un festival de anuncios tributarios -que parece dar por sentado que el crecimiento de la economía está garantizado- y eso hipoteca el desarrollo de Chile ”.

La importancia del crecimiento económico como base para el desarrollo de los países y la disminución de las desigualdades subrayó esta mañana el Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, al inaugurar el encuentro de ICARE “La Creciente importancia de América Latina en la economía local”.
 
“No hay en el mundo ninguna experiencia exitosa de reducción sostenida de la desigualdad en una economía estancada.  Para distribuir los ingresos primero hay que tener capacidad de generarlos y la mejor manera de hacerlo es a través de una economía que crece y no con paquetazos de aumento de impuestos”, sostuvo el secretario de Estado, lamentando que desde algunos sectores políticos “estamos asistiendo a un verdadero festival de anuncios tributarios -que parecen dar por sentado que el crecimiento de la economía está garantizado- y eso hipoteca el desarrollo de Chile”.
 
“Los incrementos de impuestos tienen efecto en el crecimiento económico y la inversión y así lo señala toda la literatura y la experiencia sobre el tema. Hoy las propuestas tributarias que hemos conocido apuntan a una mayor recaudación de entre US$ 5.000 y US$ 8.500 millones y la más moderada plantea un aumento de 5 puntos en el impuesto de primera categoría. Solo eso reduciría el crecimiento económico en 1 punto anual. Pero además están las propuestas de terminar con el FUT, con la renta presunta, aumentar el IVA a la construcción, y otras, que disminuirán mucho más de un punto el crecimiento económico, y –con ello--  la recaudación. Estos incrementos de impuestos son una forma equivocada de recaudar más”, sentenció.
 
Detalló que un mayor crecimiento de 2,5 puntos porcentuales –correspondiente a la diferencia, por ejemplo, del período 2010-2012 versus el promedio 2006-2009-, significa, solo en el primer año, ingresos fiscales adicionales por US$ 1.500 millones, que a los dos años ya son más de US$ 3.000 millones y en un acumulado de cuatro años, totalizan más de US$ 16.000 millones. En términos de ingreso per cápita, un crecimiento sostenido de 5% per cápita permitiría alcanzar los US$ 22.000 –el piso de ingresos de un país definido como desarrollado-, en 2016. Con un crecimiento per cápita de 3% promedio ese umbral se alcanzaría en 2018 y si la expansión promedio per cápita es de 1% esa meta se lograría en 2030.
 
En ese plano, el Ministro de Hacienda sostuvo que “estamos conscientes que el país tiene aún muchos desafíos por delante, que hay personas desempleadas, que viven en pobreza, que no lo pasan bien, pero es precisamente por ellos que no debemos caer en trampas populistas que solo significan pan para hoy y hambre para mañana”. Añadió que “el camino al desarrollo no es uno de atajos sino de trabajo responsable y sostenible en el tiempo. Lamentablemente, hasta el momento las propuestas tributarias que hemos visto, más que acercarnos, nos alejan del desarrollo.”