Santiago, 21 de marzo de 2016.- El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, expuso junto al Director de Presupuestos, Sergio Granados, los fundamentos y las medidas adoptadas para concretar la reducción de 1% del gasto aprobado para el Presupuesto 2016, equivalente a US$ 540 millones.
En la ocasión, el titular de la cartera insistió en que la medida se basa en la baja registrada por el precio del cobre, luego de que la Comisión de Expertos que fija el valor de largo plazo del metal, redujera de US$ 2,98 a US$ 2,57 la libra ese valor.
“Este es un cambio grande, histórico, que básicamente significa que los ingresos recurrentes que tenemos como Fisco son menos por concepto de cobre que lo que suponíamos teníamos cuando hicimos este Presupuesto”, dijo Valdés, agregando que el ajuste fiscal permitió justamente adaptarse a esta nueva realidad. “He leído por ahí a analistas diciendo el problema es que Chile está gastando mucho. Ese no es el problema de Chile, de este ajuste. El problema que estamos enfrentando es que por primera vez desde que existe la regla fiscal tenemos una baja considerable en el precio del cobre de largo plazo”, afirmó.
Agregó que el ajuste permite volver a un déficit estructural de -1,3 puntos del PIB este año, manteniendo así “un curso fiscal firme, que permite disminuir el riesgo de tener que hacer ajustes más grandes más adelante”. Asimismo, dijo que cuidar la estabilidad fiscal permite que Chile tenga tasas de interés bajas, lo que ayuda a las familias que quieren comprarse una casa y a las empresas que requieren financiamiento a tasas convenientes.
En la ocasión, el ministro dio a conocer un nuevo escenario macroeconómico, que implica actualizar la proyección de crecimiento del PIB 2016 del 2,7% en octubre de 2015 a 2,0%, ambas cifras similares al consenso del mercado en su oportunidad. Además, se ratificó la baja en la proyección del precio del cobre de US$2,5 a US$2,15 la libra; la demanda interna de 2% a 1,9% y se cifró en 4% la variación promedio del IPC desde el 3,8% proyectado en el presupuesto. El tipo de cambio real se mantuvo en $700. Sobre las críticas de la derecha que había pedido modificar antes el precio del cobre, Valdés dijo que “es cierto que se podría haber hecho antes, pero habría sido un ejercicio mucho más pequeño en su efecto y posiblemente habríamos estado discutiendo esto mismo igualmente”.
Valdés dijo que estas nuevas proyecciones “son realistas con claro sesgo a la baja en PIB y creo que al alza en el cobre. Por lo tanto, la proyección de déficit hoy no la veo ni más sesgada al alza ni a la baja”. No obstante, admitió que las cuentas nacionales mostraron “que la desaceleración había sido un poco más pronunciada hacia fines del año pasado, lo que nos deja en peor pie en términos de cuánto impulso tenemos. El Imacec de enero fue algo mayor, no es mucho el cambio: bajó el impulso, pero resulta que crecimos algo más”. Por ello, enfatizó la necesidad de potenciar el crecimiento no con un impulso macroeconómico de corto plazo, ya que “no es que tengamos la demanda interna floja y espacios gigantescos para hacer política macro. Tenemos que trabajar por el lado de la oferta de la economía, en inversión, en nuevos proyectos, diversificación, productividad, en facilitar la reasignación sectorial que está sucediendo ya entre sectores”.
Consultado sobre si se solicitó la aprobación del Consejo Fiscal Asesor para concretar el ajuste, el ministro detalló que esa entidad revisa el cálculo del balance estructural oficial que se calcula cada año y también fue informada de la nueva calibración del gasto. “Pero la política fiscal la sigue comandando y decidiendo el Ejecutivo; y cuando hace el presupuesto lo discute con el Legislativo. No podemos tener un Consejo que haga la política fiscal por nosotros. Sí tiene un rol muy importante de transparencia y de ir buscando nuevos ámbitos en qué ayudarnos”, señaló.
Temas específicos
Por su parte, el Director de Presupuestos expuso el detalle del ajuste presupuestario, tanto en términos generales considerando la variación respecto de la Ley aprobada; como en términos específicos precisando los ajustes en cada uno de los ministerios.
En la ocasión, el Director fue consultado respecto de la holgura en el gasto en gratuidad, lo cual dijo se debe a dos factores: por un lado, que en el Presupuesto se estimaron instituciones de educación superior elegibles para gratuidad que finalmente optaron por no ingresar; y por otro, que la estimación del número de alumnos beneficiarios se hizo sobre la base de la metodología que utilizaba el Ministerio de Educación para asignar las becas (FUAS), pero en la ejecución se está utilizando el mecanismo de clasificación socioeconómica, que es más riguroso en la determinación del origen de los ingresos de las personas. “Es un ajuste de supuestos sobre la base de la realidad de la matrícula que hemos tenido”, afirmó.
La autoridad se refirió luego al ajuste de las provisiones comprometidas en el Tesoro Público, precisando que los recursos para las horas lectivas consideradas en el proyecto de Ley de Carrera Docente se habían previsto a partir de 2016. Sin embargo, dado que el proceso de discusión fue más largo que lo previsto, se produjo un desfase; por lo tanto, era necesario ajustarlas recalendarizando el proceso de inicio para 2017.
En relación a las contrataciones a honorarios en el sector público, el Director explicó que el proceso de traspaso a contrata de quienes cumplen funciones permanentes se prevé que concluya el 31 de marzo. “Estamos en pleno desarrollo. Tenemos que informar a la Comisión Mixta a contar del cierre del proceso y lo vamos a hacer oportunamente”, afirmó.
Nuevas medidas
El titular de Hacienda comentó luego que el ajuste “se hizo muy de cerca con los ministerios”, ya que las carteras pudieron proponer nuevas fórmulas ante la propuesta de Hacienda “con las condiciones de que fuera el mismo monto de recursos, la misma composición gasto corriente gasto de capital y sin aumentar arrastres para el próximo año”.
El ministro dijo que el ajuste “no es el esfuerzo completo que hay que hacer para mantener la política fiscal en el riel que queremos”. Así, sostuvo que un tema fundamental “es desplegar esfuerzos adicionales para contener el aumento de la deuda de salud”, cuyo monto “empieza a ser tan importante como el ajuste fiscal mismo”. Advirtió que el sector salud “ha tenido un aumento de su gasto por encima de lo que se presupuesta, lo que lleva al aumento de deuda”, cuando es evidente que como cualquier otra repartición esa cartera debiese ajustarse su gasto al presupuesto respectivo.
Un segundo tema es “contener presiones de gasto que no han sido consideradas en el presupuesto, que no están priorizadas y no son parte de las proyecciones fiscales que hemos presentado”. A modo de ejemplo, precisó que hay modernizaciones de servicios y creaciones en reparticiones adicionales, “que ciertamente tienen valor pero en momentos que hay más escasez de recursos tenemos que priorizar bien”. Así, valoró que varios ministerios han sido realistas y “han propuesto y están de acuerdo en ir postergando algunas de estas iniciativas que son caras y que en el corto plazo son difíciles de abordar”.
Asimismo, anunció que habrá “un instructivo presidencial sobre austeridad” que está prácticamente listo y que actualiza buenas prácticas importantes para contener gastos. Como ejemplo, señaló que la compra de pasajes de avión con muy poco plazo es más cara que si se hace con mayor plazo. Destacó que, como esto, hay “una serie de pequeñas prácticas relevantes de mejorar”.
Descargar presentación del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.
Descargar presentación del director de Presupuestos, Sergio Granados.