El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, rechazó la posibilidad de postergar el régimen tributario vigente para impulsar el crecimiento y alertó que en el actual escenario fiscal una rebaja de la carga tributaria es impracticable.
En la sesión especial convocada por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados para analizar el actual escenario económico, la autoridad dijo que no existen antecedentes que permitan proyectar que la Reforma Tributaria recaudará menos en régimen que lo previsto. Añadió que mañana, jueves, se dictan las últimas circulares, que constituyen el fin del proceso de implementación de la reforma.
"Dijimos que no estamos plenamente contentos de la complejidad con que quedamos en el sistema dual y haremos los mejores esfuerzos vía circulares para simplificar lo más posible el sistema. Ese proceso termina mañana. De ahí se inicia un proceso de calibrar si es suficiente lo que tenemos”, sostuvo, agregando que si se estima que no es suficiente podría haber una ley de adecuación técnica para simplificar el sistema. Detalló que esos ajustes “no son tan urgentes”, ya que las normas de las que estamos hablando se aplican hacia 2018.
En esa línea, el ministro descartó la propuesta de los diputados UDI de mantener el sistema tributario vigente hasta 2018, postergando la entrada en vigencia de los nuevos regímenes impositivos. “Nuestra posición como Ejecutivo es que cualquier cambio que hagamos no puede recaudar menos y no puede cambiar los sujetos a los cuales les estamos cobrando más impuestos”, declaró.
Pero además, recordó que la situación fiscal hoy es menos holgada y está llegando a niveles en que no puede seguir deteriorándose. “Si uno pudiese arreglar un déficit fiscal bajando impuestos, sería fantástico”, sostuvo. Explicó que de hecho es la receta que se puede aplicar cuando las cargas tributarias son altas, “cuando uno tiene 55% del PIB en carga tributaria, ciertamente una baja de impuestos puede terminar recaudando más”. Pero fue enfático en señalar que Chile no tiene ese nivel de carga tributaria “y por lo tanto, tendría costo fiscal cualquier estrategia que baje la carga tributaria. No estamos en posición de hacerlo por la situación fiscal y también porque tenemos una serie de compromisos que financiar”.
Reformas y escenario fiscal
En otro ámbito, y consultado sobre el efecto en el crecimiento de la reforma laboral, dijo que ya que no tenemos aún una ley con un escenario definitivo “hacer una evaluación de su impacto es prematuro. Depende cómo sea el cuadro final, cuánta adaptabilidad tenemos, cuánto resulta este cambio de paradigma en que tenemos espacios para relaciones laborales más constructivas”.
Sobre los compromisos de gobierno, comentó que dada la situación fiscal lo responsable es admitir que no se pueden cumplir todas las cosas programadas en los plazos definidos, por lo que existe un ejercicio colectivo al interior del gobierno de jerarquización de poner plazos y “eso no lo voy a hacer solo, lo haremos en forma colectiva”.
El ministro resaltó que la economía chilena está sana, que el país ha más que triplicado el ingreso per cápita en las últimas tres décadas y que tenemos que estar orgullosos de los avances. “Hemos hecho cambios en nuestra matriz productiva, que hoy tiene más complejidad. Las exportaciones siempre tendrán valor agregado. Si uno manda salmón fresco del sur de Chile a un restaurant de Nueva York, hay una enorme cadena de producción y de innovación para que eso sea posible. Pero es difícil saltar del cobre a otros sectores”, afirmó.
Agregó que tenemos que seguir “preocupándonos de los factores que nos permitirán crecer a futuro, y por eso el gobierno está impulsando transformaciones relevantes en educación”.
Sobre el escenario fiscal, reiteró que Chile está creciendo, aunque menos de lo que nos gustaría; pero que tenemos una macroeconomía sana. Afirmó que la situación fiscal menos holgada no implica tener que recortar recursos, sino que el gasto fiscal crecerá en forma más gradual.
“La estrategia fiscal la voy a presentar cuando traiga el presupuesto, quiero tener más antecedentes antes de definir”, precisó. Sobre la meta de balance estructural a 2018, indicó que los parámetros estructurales han ido evolucionando a la baja. “¿Quiere decir eso que hay que cerrar los ojos y tener el mismo punto de llegada de 2018? Tal como he dicho que hay que graduar el avance de las políticas públicas, hay que graduar la consolidación fiscal, que haya avances hacia ese objetivo y que éstos sean a un ritmo coherente con la situación económica”, explicó. Y añadió que sería deseable tener objetivos estructurales más claros año a año, ya que “es importante tener un camino que podrá ser revisable si las cosas cambian mucho”.