La revista británica especializada en banca internacional “The Banker”, que edita el grupo “The Financial Times”, una de las publicaciones económicas más prestigiadas a nivel mundial, eligió al ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín Bascuñán, como el “Ministro de Hacienda del Año 2010 de América”.
Esta distinción se suma a otros tres reconocimientos, dos nacionales y otro internacional, que ha recibido el secretario de Estado chileno en poco menos de 10 meses al frente del Ministerio de Hacienda del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
En octubre de 2010, la publicación norteamericana especializada Emerging Markets Newspaper eligió al ministro Larraín como el “Ministro de Hacienda del Año 2010 de Latinoamérica”, premio que recibió en una ceremonia en Washington, Estados Unidos, en el marco de la Reunión Anual de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Posteriormente, en noviembre de 2010, la asociación Jóvenes Líderes, de Chile, distinguió al titular de Hacienda con el premio “Líderes del Bicentenario”, en la categoría “Economista del Bicentenario”.
Y, en diciembre de 2010, Felipe Larraín Bascuñán fue elegido como el “Economista del Año 2010” en una encuesta realizada por la sección “Economía y Negocios”, del diario “El Mercurio”.
La revista británica especializada “The Banker” consideró que el ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, “ha mantenido el presupuesto en curso y ha respondido eficazmente a las demandas de la emergencia”, derivadas del terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010.
“A pesar de las desafiantes condiciones, los tempranos esfuerzos de reconstrucción de Chile contribuyeron a que la economía vuelva a la senda de crecimiento, y se espera que el PIB crezca entre 5% y 5,5% en 2010, y 6% en 2011”, destaca la publicación en su último número.
Agrega que “como parte de las medidas de emergencia, el Ministerio de Hacienda (de Chile) tomó varias iniciativas, incluyendo la eliminación del impuesto para las ganancias reinvertidas de la pequeña y mediana empresa, y la reducción del impuesto al crédito (de timbre y estampillas) de 1,2% a 0,6% del valor del préstamo”.
“El Sr. Larraín también supervisó una rápida aprobación del nuevo presupuesto, aprobado a mediados de noviembre de 2010”, añade “The Banker”.
También subraya que “la confianza en el país se recuperó rápidamente entre las empresas y los inversionistas” y que “esto se vio reflejado en el éxito de una reciente emisión de bonos soberanos en los mercados internacionales, que logró la tasa de interés más baja en la historia del país a un 3,89%, un signo de confianza en la economía chilena”.
Finalmente, la publicación resalta que “no fue sólo la promesa de hacer crecer la economía a un ritmo más rápido la que se mantuvo, a pesar de la situación de emergencia. Sino que la creación de empleo también creció significativamente, ayudada por la reconstrucción”.